Filmografía comentada de Walerian Borowczyk
Las películas de Borowczyk tienen algo especial. Nada más echarles un vistazo, uno se da cuenta de que son suyas. Es por su manera de rodar, de encuadrar y de montar. El tío compone los planos como un fotógrafo obsesionado por los pequeños detalles. Coloca a sus actores como muebles en una tienda de antigüedades. A las mujeres desnudas les corta la cabeza, las piernas, los brazos, para fijarse sobre todo en las partes sexies de su anatomía. Monta las imágenes por contraste asociativo: a un plano general le suele seguir un primer plano de un objeto. Utiliza con frecuencia la cámara al hombro y el desenfoque casual. Está obsesionado con el erotismo de Fin de Siglo, los objetos de anticuario, los catálogos, las repeticiones, los archivos, los marcos y la música clásica. Le encanta la ropa de cama blanca, los bordados, los corsés, las túnicas romanas, los espejos, las duchas y los baños. Autodidacta y metomentodo, él mismo suele encargarse de la dirección artística, los decorados, el montaje y hasta la fotografía de sus películas, además de escribirlas y realizarlas. Entre los colaboradores que le han sido más fieles cabe destacar al encargado de vestuario Piet Bolscher (“Blanche”, “Cuentos inmorales”, “Tres mujeres inmorales”, “L’armoire”, “Dr.Jekyll et les femmes”), que trabajó igualmente con Costa-Gavras y Robbe-Grillet, y los directores de fotografía Guy Durban (“Théatre de Monsieur & Madame Kabal”, “Goto, isla del amor”, “Blanche”, “Cuentos inmorales”), autor también de un magnífico texto sobre Mandiargues publicado en la primera reedición de “Le Musée noir”, y Bernard Daillencourt (“Cuentos inmorales”, “La Bestia”, “Tres mujeres inmorales”), el operador de cámara oficial de David Hamilton en “Bilitis”, “Laura, las sombras del verano” y “Tiernas primas”.
‘THÉATRE DE MONSIEUR & MADAME KABAL”. Francia, 1962-1967.
Primer y único largometraje animado de Borowczyk. Enteramente dibujado por él. Un hombrecillo inofensivo y una mujer arpía (el señor y la señora Kabal) protagonizan una serie de sketches domésticos de inspiración surrealista. Automatismo y asociación de ideas al servicio de un humor audiovisual de alta graduación. Al principio y al final de la función, el propio director-dibujante irrumpe en la pantalla. “Me llaman Boro”, le dice a la Sra. Kabal. Un detalle curioso: el metraje está salpimentado con postales de Fin de Siglo e imágenes reales de chicas en bañador.
‘GOTO, L’ÎLE D’AMOUR’. Francia, 1968.
Versión española: “Goto, isla del amor”. Por un lado, es una divertida alegoría política antitotalitaria a lo "Ubu Rey", de Alfred Jarry; por el otro, una fascinante recreación del cine mudo con ramalazo nórdico. En una isla ficticia habitada por seres humanos cuyos nombres comienzan con la letra G, un condenado a muerte es amnistiado por capricho del monarca. Sin querer, este personaje descubre que la Reina (encarnada por Ligia Branice, musa y pareja sentimental de Borowczyk) mantiene relaciones sexuales con su profesor de equitación. Los acontecimientos se precipitan: hay suicidios, asesinatos, ajustes de cuentas y hasta una resurrección surrealista. La escena de los funerales inspiró una muy similar en la película "Institut Benjamenta", de los hermanos Quay.
‘BLANCHE’. Francia, 1971.
Versión española: “Blanche”. Filigrana medieval en clave shakespeariana, inspirada por “Mazepa”, de Juliusz Slowacki, un texto publicado en 1889. La protagonista vuelve a ser Ligia Branice, disfrazada de joven y frágil esposa de un noble octogenario (Michel Simón, en su penúltima aparición en pantalla) que la mantiene encerrada en su castillo. En el transcurso de una fiesta, la chica sufre el acoso del Rey, el paje del Rey y, lo que es peor, su propio hijastro. La cosa acaba con un baño de sangre. Borowczyk filma a los actores de perfil o de frente, encuadrados dentro de ventanas y marcos arquitectónicos, acentuando la sensación de falta de perspectiva propia de las pinturas del siglo XIII.
‘CONTES INMORAUX’. Francia, 1974.
Versión española: “Cuentos inmorales”. Largo compuesto por cuatro historias independientes. “La marée” es una adaptación literal de un relato de Mandiargues: un adolescente (Fabrice Lucchini) obliga a su primita (Lise Danvers) a que le practique una mamada mientras sube la marea. En “Thérèse Philosophe”, una quinceañera beata (Charlotte Alexandra) se masturba con un pepino después de excitarse con los objetos y libros antiguos que encuentra en una habitación donde ha sido encerrada como castigo por llegar tarde a casa. “Erzsébet Báthory” es una detallada descripción de las actividades cotidianas de la condesa húngara del siglo XV que acostumbraba a bañarse con la sangre de jóvenes campesinas. Paloma Picasso, la hija del pintor, encarna al personaje. La última historia se titula “Lucrezia Borgia”. Está ambientada en la Roma de 1498. Recrea un excitante ‘ménage-à-trois’ entre la célebre envenenadora (Florence Bellamy), su padre el Papa Alejandro VI, y su hermano el Cardenal César Borgia. Borowczyk disfruta recreando diferentes épocas históricas con cuatro brochazos decorativos, y se relame de gusto acariciando con el objetivo de la cámara los cuerpos femeninos de actrices y figurantes, en primerísimos planos detalle, forzando el encuadre, improvisando sobre la marcha. Los montajes de las escenas de masturbación y las de las duchas colectivas ponen cardiaco a cualquiera.
‘DZIEJE GRZECHU’. Polonia, 1975.
Versión española: “Historia de un pecado”. Se basa en un folletín de 1906 escrito por Stefan Zeromski. Narra las desventuras de una joven ingenua (Grazyna Dlugolecka) que se enamora de un escritor y, por su culpa, sufre todo tipo de calamidades. A saber: mata a su propio hijo, se prostituye, se deja chulear por unos indeseables y acaba sacrificándose por amor. Es la única película larga que Borowczyk dirigió en su país natal, y la única que aún no he podido ver. Participó en el Festival de Cannes. Algunos críticos la describen como un melodrama fetichista sin prejuicios.
‘LA BÊTE’. Francia, 1972-1975.
Versión española: “La Bestia”. En 1972, el productor Anatole Dauman contrató a Borowczyk para que rodase un final impactante para la película de Alain Fleisher “Les rendez-vous en forêt”, protagonizada por Catherine Jourdan, maciza descubierta por Alain Robbe-Grillet en “L’Eden et après”. Fleisher no dejó que nadie manipulase su trabajo, pero Boro aprovechó el encargo para rodar un mediometraje inspirado por una antigua leyenda gabacha (la misma que late, por cierto, debajo del guión de la recién estrenada “El pacto de los lobos”, de Christophe Gans). Con el título de “La véritable histoire de la Bête de Gévaudan”, la pieza estuvo a punto de formar parte de “Cuentos inmorales”. Al final, se utilizó como clímax orgasmatrónico de "La Bestia". La protagonista es una guapa heredera anglosajona (Lisbeth Hummel) que está a punto de casarse con un aristócrata francés. Mientras se soluciona el papeleo religioso, la joven pasa unos días en la mansión del novio, excitándose con los caballos, las lecturas y las malas compañías. Cuando ya no puede más de calentura, se imagina el choque sexual entre una antepasada de su futuro marido (Sirpa Lane) y una Bestia peluda y libidinosa. Borowczyk aprovecha este astuto giro de guión para combinar las imágenes del corto con las del largo. La excitación sube y el monstruo, armado con un pene de 45 centímetros, acaba inundándolo todo de esperma.
‘LA MARGE’. Francia, 1975.
Versión española: “Una mujer de la vida”. La obsesión sexual de un hombre de negocios felizmente casado por una prostituta caprichosa. Extraña adaptación cinematográfica de la novela con la que Mandiargues ganó el Premio Goncourt en 1967. En la película, él es Joe Dallesandro, ‘sex-symbol’ de la Factory de Andy Warhol, y ella es Sylvia Kristel, en pleno subidón de autoestima tras el éxito de “Emmanuelle”. Boro traslada la acción de Barcelona a París, filma a los actores como si fuesen estatuas de carne, y se entretiene enfocando y desenfocando objetos en primerísimo plano. En las escenas de folleteo suenan canciones de 10cc y Pink Floyd. En su momento, no gustó a nadie. A mí siempre me ha parecido una rareza: tiene un tono depresivo que hipnotiza.
‘INTERNO DI UN CONVENTO/INTÉRIEUR D’UN COUVENT’. Francia/Italia, 1977.
Versión española: “Interior de un convento”. Los “Paseos romanos” de Stendhal le sirven de pretexto al director para encerrarse entre los muros de un convento italiano repleto de jovencitas en celo. Nada puede hacer la Madre Superiora para sofocar la rebelión sexual que se avecina. La institución religiosa parece un colegio mayor de los que salen en las historietas de la revista ‘Kiss’. Las novicias bailan semidesnudas en la capilla, se toquetean los pechos en el confesionario y reciben a sus amantes en la sala de bordar. Por las noches, las más audaces mezclan plegarias con masturbaciones, crucifijos con consoladores, estampitas de la Virgen con dibujos de penes erectos. Una monja toca el violín desnuda, y otra, también desnuda, practica yoga delante del reclinatorio. Sin duda, ésta es la película más jugosa y jocosa de toda la filmografía de Borowczyk. La única en cuyo reparto estelar coinciden sus dos fetiches femeninos: Ligia Branice y Marina Pierro. Una lección de manejo de cámara al hombro y un prodigio de montaje asociativo.
‘LES HÉROÏNES DU MAL/TROIS FEMMES INMORALES’. Francia, 1978.
Versión española: “Tres mujeres inmorales”. Femineidad, sexo y venganza a través de la historia. Una nueva vuelta de tuerca a la fórmula inaugurada en 1974 con “Cuentos inmorales”. La protagonista del primer ’sketch’, ambientado en el Renacimiento Italiano, es Margherita (Marina Pierro), la ’fornarina’, modelo y amante del pintor Rafael. Después de divertirse mucho posando y follando en el estudio del artista, seduce a un banquero para robarle las joyas. Al final, reparte pastelitos envenenados y regresa con su novio campesino. La segunda mujercita inmoral se llama Marcelline (Gaëlle Legrand). Es una pizpireta Lolita de Fin de Siglo. Se pasa las horas muertas jugando con un conejito blanco en el jardín de su casa, recalentándose las tetitas al sol. Una mala tarde, azuzados por una sirvienta envidiosa, los padres de la niña cocinan a la mascota peluda y se la comen. Para vengarse, Marcelline entrega su virginidad a un matarife negro. Luego, con un cuchillo de carnicero, les corta el pescuezo a mamá y papá. El argumento se basa en el relato "Le sang de l’agneau", de Mandiargues, incluido en el libro "Le Musée noir". Marie (Pascale Christophe), una burguesa parisina de finales de los 70, sufre un secuestro con violación en la tercera y última parte de la película. Su perro, un doberman negro, la rescata y, de paso, asesina al pesado de su marido. Lo mejor: el ambiente sensual del primer episodio y la atmósfera ’hamiltoniana’ del segundo, rota con una salvaje pincelada gore.
‘COLLECTIONS PRIVÉES’. Francia/Japón, 1979.
Versión española: “Colecciones privadas”. El productor Pierre Braunberger convence a tres erotómanos de moda para que le fabriquen tres mediometrajes a medida. Just Jaeckin naufraga en una isla en compañía de varias sirenas caníbales (la más guapa es Laura Gemser). Shuji Terayama se enreda en una psicodélica fábula de fantasmas tocapelotas. Walerian Borowczyk adapta a Guy de Maupassant con la soltura acostumbrada. Su ’sketch’, titulado "L’armoire", ilustra con demasiada economía de medios una anécdota sin importancia. Un señorito aburrido (Yves-Marie) acude a un cabaret para acostarse con una corista (Marie-Catherine Conti). Después de pagar y follar, descubre que la mujer ha escondido a su hijo en un armario.
‘LULU’. Francia, 1980.
Ascensión y caída de una mujer de la vida (Anne Bennent) que acaba liándose con el mismísmo Jack el Destripador (Udo Kier). Los dos textos dramáticos más conocidos de Frank Wedekind se convierten en manos de Borowczyk en un experimento escénico a contracorriente: los personajes entran y salen de plano como si estuviesen encerrados en una casa de muñecas, los actores pronuncian sus diálogos por control remoto y las escenas de sexo provocan escalofríos. Rarita de cojones.
‘DR.JEKYLL ET LES FEMMES/LE CAS ÉTRANGE DU DR.JEKYLL ET MISS OSBOURNE’. Francia, 1981.
La versión cinematográfica más enloquecida y rabiosa de la novela corta de Stevenson. Udo Kier interpreta al Dr.Henry Jekyll. Marina Pierro es su novia Fanny Osborne. Para celebrar el compromiso matrimonial entre ambos, se organiza una cena en casa del primero. La velada se convierte en una orgía de sangre y sexo a medida que un misterioso personaje, Mr.Hyde (Gérald Zacberg), va ensartando uno por uno a todos los invitados con su monstruoso miembro de color rojo. Patrick Magee interpreta a un general psicótico y Howard Vernon es un científico chapado a la antigua. Cuando el espectador ya se ha acostumbrado a la música electrónica, los espacios cerrados, los diálogos de besugo, los flashes de luz azul y los estallidos de violencia irracional que salpican el metraje, Borowczyk acelera el ritmo en el tramo final y transforma las últimas secuencias en un maremagnum de imágenes alucinógenas. Henry Jekyll y Fanny Osborne se sumergen en una bañera llena de droga, pierden el control y se devoran el uno al otro.
‘ARS AMANDI/L’ART D’AIMER’. Italia/Francia, 1983.
Versión española: “El arte de amar”. Roma, año 8 antes de Cristo. Claudia (Marina Pierro) es una ardiente mujer necesitada de afecto, sobre todo cuando su marido centurión está en el frente. Se pasa el día entrando y saliendo de una gigantesca bañera-pecera transparente, intercambiando confidencias con su sirvienta negra. Por las noches, recibe las visitas de un joven amante, pupilo del mismísimo Ovidio. Antes de que el esposo cornudo vuelva a casa, la bella sin alma tiene tiempo de soñar con toros folladores y montar orgías con esclavos nigerianos. Borowczyk vuelve a recrear con imágenes y sonidos uno de sus periodos históricos favoritos. Tomando como pretexto los versos didáctico-amorosos de Ovidio, se marca un ejercicio de estilo aderezado con escenas de comedia, sexo y violencia doméstica. La película no sigue una línea narrativa concreta, combina el sueño con la realidad, los pasajes contemplativos con la acción sinvergonzona. Para complicar aún más las cosas, los distribuidores italianos añadieron insertos porno en algunas secuencias. El epílogo, ambientado en los años 80, resulta un tanto forzado.
‘EMMANUELLE 5’. Francia, 1985.
Un trabajito de encargo que Boro dejó a medio terminar. Emmanuelle (Monique Gabrielle) presenta en el Festival de Cannes su último pornete de aventuras, titulado “Love Express”. Las escenas de esta película dentro de la película tienen el toque Borowczyk, sobre todo las que están ambientadas en un harén, el resto es cosa de su asistente Thierry Bazin. Más cercana a un bodrio de la productora Eurociné que a un episodio de la saga de Emmanuelle.
‘CÉRÉMONIE D’AMOUR’. Francia, 1987.
Adaptación cinematográfica de uno de los últimos y más sofisticados textos de Mandiargues: la novela “Tout disparaîtra”. Un joven anticuario (Mathieu Carrière) conoce a una misteriosa mujer (Marina Pierro) en el Metro de París. Juntos visitan la iglesia de Saint-Germain-des-Prés antes de encerrarse en un ‘boudoir’ lleno de mariposas vivas. Allí, la mujer se transforma en un súcubo sexual y el hombre se entrega a sus más bajas pasiones. El lenguaje literario lo impregna todo. Las imágenes parecen sacadas de una ensoñación simbólica. Boro despliega su arsenal estilístico con la meticulosidad de un viejo profesor, sin concesiones a la galería. Esta es, probablemente, su película más personal.
BOROWCZYK EN LAS DISTANCIAS CORTAS
Estos son los cortometrajes más destacados de la filmografía de Borowczyk. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Al final, incluimos dos encargos televisivos.
“Byl Sobie Raz…” (“Érase una vez…”), 1957
Líneas y formas sobre celuloide acompañadas por música clásica. Primera colaboración entre Boro y Jan Lenica.
“Nagrodzone Uczucie” (“Sentimiento recompensado”), 1957
Pintura y pintor naïf mezclados en un flashback circular. Boro y Lenica participan en el Festival de Cine de Cannes.
“Dom” (“La casa”), 1958
Descripción surrealista de una casa por dentro y por fuera. Boro y Lenica ganan 10.000 dólares en el Festival de Cine Experimental de Bruxelas.
“Les Astronautes” (“Los astronautas”), 1959
Mezcla de collage e imagen real. Codirigido por Chris Marker.
“Encyclopédie de grand-maman en 13 volumes” (“La enciclopedia de la abuela en 13 volúmenes”), 1963
Un repaso a la evolución de los medios de transporte a través de viejos grabados: automóvil, ferrocarril, globo…
“Renaissance” (“Renacimiento”), 1963
Una habitación destruida se reconstruye fotograma a fotograma.
“Les Jeux des anges” (“Los juegos de los ángeles”), 1964
Manchas rojas y traqueteo de tren. Una fábrica donde se descuartizan ángeles. Alegoría de los campos de concentración.
“Les felins”, 1964.
Boro se encargó de los créditos animados de esta película de René Clément, con Alain Delon y Jane Fonda.
“Le Dictionnaire de Joachim” (“El diccionario de Joachim”), 1965
Un personaje dibujado explica con gestos el significado de diversas palabras. 20 años más tarde, Bill Plympton ha hecho cosas muy parecidas.
“La vie de château”, 1965
Boro se encargó de los créditos animados de esta película de Jean-Paul Rappeneau, con Catherine Deneuve y Philippe Noiret.
“Rosalie”, 1966
Adaptación en imagen real de un relato de Guy de Maupassant, protagonizado por la musa y esposa de Borowczyk, Ligia Branice, una mujer de expresión renacentista y dicción marciana.
“Gavotte”, 1967
Divertimento con enanos disfrazados y música de Rameau.
“Une Collection particulière” (“Una colección particular”), 1973
Documental sobre la colección personal de objetos eróticos de Borowczyk. Texto escrito y declamado por el escritor André Pieyre de Mandiargues.
“Almanach des adresses des demoiselles de Paris” (“Almanaque de direcciones de las señoritas de París”), 1989.
Episodio de 25 minutos perteneciente a la teleserie “Serie Rosa”, coproducida por TVE. Picardías cortesanas de inspiración popular. Con Jean Mylonas como el Marqués de Sade.
“Le Lotus d’Or” (“El loto de oro”), 1991.
Episodio de 25 minutos perteneciente a la teleserie “Serie Rosa”, coproducida por TVE. Adaptación de un clásico del erotismo oriental escrito por Jin Ping Mei. Con Chun Yan Ning y Yoki Tani.
Este texto, al igual que los titulados El gabinete erótico del Doctor Borowczyk y Borowczyk se explica se publicaron en el fanzine 2000maniacos, en el número 24, fechado en diciembre de 2001.
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