El 'orrible' secreto del cine fantástico italiano
De Mario Bava a Michele Soavi. De Barbara Steele a Sabrina Siani. Del gótico latino al gore caníbal. El cine fantástico italiano cumple 50 años y 2000maníacos se apunta a las celebraciones con un texto de información mutante cocinado a fuego lento. ¡Lancémonos de cabeza a la gran olla de agua hirviendo! Saldremos todos con los cuerpecillos blandos, al dente, listos para ser devorados vivos por una horda de zombies putrefactos.
Lo que sigue es una improvisación teórica sobre lo que diferencia a la cinematografía fantástica italiana del resto de cinematografías fantásticas. El texto se complementa con varios listados de películas agrupadas por estilos, autores y subgéneros. Se supone que, combinando todos los listados, obtendréis una visión global del tema que nos ocupa. Los listados también pueden serviros como guía para organizar vuestros propios ciclos caseros en vídeo y dvd. Nosotros lo hicimos y seguimos igual de gilipollas que antes.
Escrito lo escrito, que empiece la ponencia.
Los italianos llaman cine de horror al cine de terror. Les parece más apropiado, más contundente, más llamativo. Curiosamente, en la lengua transalpina, horror se escribe sin hache, y sin hache, la verdad, no hay quien se tome demasiado en serio la palabra. Fijáos bien en ella:
ORRORE.
Dos oes como pechos desnudos de campesina bien alimentada, tres erres hartas de vino armando bronca; una e final que huele a perfume de mujer recién desenterrada. La palabra orrore parece una marca, un logotipo, un neón luminoso que se apaga y se enciende. Es como la versión petarda de horror. Significa lo mismo, pero no lleva puesto ningún disfraz intimidatorio. Va a pelo, en cueros. Desnudita, joven y guapa.
Al cine fantástico italiano le pasa un poco lo mismo que a la palabra orrore. Las películas de terror y ciencia ficción producidas en el país en forma de bota con tacón alto se caracterizan por adoptar tonos mucho más esteticistas, morbosos e incrédulos que las inglesas, francesas, españolas o alemanas. En ellas, el contenido nunca es tan importante como la apariencia.
Según algunos cinéfagos fundamentalistas, ni siquiera deberíamos hablar de cine fantástico italiano, teniendo en cuenta que la mayor parte de las películas de este género producidas en Italia sólo utilizan el ingrediente sobrenatural como excusa para filmar imágenes delirantes y construir decorados barrocos.
Por regla general, el cine fantástico italiano prefiere la carne al espíritu. El mal suele estar encarnado por psicópatas asesinos y cadáveres reanimados. Seres en tres dimensiones, sólidos, descuartizables. Los vampiros, hombres-lobo y demás monstruos románticos de leyenda apenas tienen cabida en las historias de terror imaginadas por los guionistas de allá.
Con frecuencia, las criaturas de apariencia inhumana y comportamiento antinatural, resultan ser, en realidad, producto de fenómenos científicamente explicables. O incluso manifestaciones alucinadas de algún desorden mental u obsesión colectiva. En cualquier caso, en el cine fantástico italiano, lo físico siempre acaba imponiéndose a lo espiritual.
Pongo un ejemplo significativo: los engendros diabólicos de "Demoni" y "Demoni 2" no dan miedo por su condición infernal o su perversa simbología religiosa, sino por el uso práctico que hacen de sus garras y colmillos. Da igual de donde procedan, lo cierto es que muerden, destripan y amputan.
En el otro extremo del espectro de la hermosura, también los fantasmas y aparecidos del cine de orrore se caracterizan por su rotundidad física. De hecho, suelen estar encarnados por mujeres espectaculares, hambrientas de sexo y adictas al cuerpo a cuerpo. Brujas o poseídas apetitosas, que no dudan en mostrar a cámara sus encantos curvilíneos desde ángulos más que favorecedores.
Puede sonar a tópico, pero los dos principales motores temáticos del cine fantástico italiano son el sexo y la muerte. Ninguna otra cinematografía ha logrado combinarlos con tanto desparpajo. Asesinos que matan obedeciendo impulsos sexuales; muertos que resucitan con la líbido alborotada; chalados que duermen abrazados al cadáver de sus novias... No existe fantasía necrófila (o necrófaga) que escape al interés de los cineastas italianos de serie B o Z.
Esta mezcla entre sexo y muerte, que suele generar productos malsanos y anticomerciales en otras cinematografías, en Italia casi siempre se sirve envuelta en colorines y comercialidad. De hecho, lo que realmente distingue a una película italiana de terror de una de cualquier otro sitio es su presentación. Desde el título a los decorados, pasando por el poster, las frases de promoción, los pseudónimos de los directores y actores, la belleza de las actrices, los montajes improvisados, los movimientos de cámara, los efectos especiales, las imágenes explícitas y todo lo demás. El cine fantástico italiano entra por los ojos y engancha por la entrepierna.
Otra obviedad para terminar: el cine lo inventaron los franceses, pero el cine de género al estilo europeo es cosa de los italianos. Exceptuándoles a ellos, nadie se ha empeñado tanto por renovar las fórmulas populares del espectáculo de entretenimiento. Desde finales de los 50 a mediados de los 80, los realizadores italianos se han apuntado a todas las modas y tendencias cinematográficas. Muchas, las han inventado ellos mismos.
Por eso no resulta extraño comprobar cómo lo fantástico, en el cine italiano de género, suele estar mezclado con el giallo, el policiaco urbano, la aventura exótica, el gore ultrarrealista, el cine del Oeste, las recreaciones históricas, los superhéroes de cómic, el erotismo de fotonovela, la psicodelia pop y hasta el panfleto izquierdista de arte y ensayo.
¡Pero basta ya de palabrería pedante! Estoy viendo a Manuel Valencia acercándose a mi cripta con un garrote en las manos. Supongo que quiere que acabe este texto cuanto antes. Voy a hacerle caso. Terminaré haciéndome a mí mismo una serie de preguntas esenciales sobre cine fantástico italiano. Las responderé lo más breve y sinceramente posible. Después, trataré de esquivar los golpes. Todavía me quedan unos segundos...
¿Maestros del cine fantástico italiano? Freda, Bava, Argento y Fulci. Éste último, con reparos. El más grande de todos: Bava.
¿Principales etapas del cine fantástico italiano? Riccardo Freda fue el pionero, junto a Mario Bava. Ambos iniciaron el filón del terror gótico al estilo latino, a finales de los años 50 y principios de los 60. Después, en los 70, se impuso el giallo con psicópata. El impulsor de esta corriente fue Dario Argento. En los 80, apareció el gore hiperrealista y alucinado de Lucio Fulci. Pero a mí casi me gustan más las películas que rodaron los supuestos imitadores.
¿Qué supuestos imitadores? Cineastas todoterreno, tipo Duccio Tessari, Antonio Margheriti o Sergio Martino, y realizadores con ramalazo arty, como Giulio Questi, Aldo Lado o Luigi Bazzoni. De todas formas, en el futuro, se hablará más de películas concretas que de directores o subgéneros. Aún quedan joyas por descubrir.
TOP 10 HORROR GÓTICO Cuando Freda y Bava realizaron las primeras películas fantásticas del cine italiano, a finales de los 50, lo hicieron aprovechando el filón comercial abierto por los filmes de la productora británica Hammer. Lo que pasa es que, en vez de copiarlos descaradamente, añadieron detalles estéticos y argumentales de su propia cosecha. El horror gótico italiano suele estar ambientado en castillos y viejos caserones. Abundan los fantasmas vengativos, los personajes que se vuelven locos, las mujeres soñadoras, las telarañas, los candelabros, las salas de tortura… Y las tensiones psicosexuales.
I vampiri
(Riccardo Freda, 1956)
Fotografiada y codirigida por Mario Bava. La película que puso de moda el horror gótico en Italia. Una serie de asesinatos, supuestamente cometidos por un vampiro, pone a la policía tras la pista de un científico loco.
La maschera del demonio / La máscara del demonio
(Mario Bava, 1960)
El clásico de los clásicos. En glorioso blanco y negro. Auténtica poesía necromántica. Una bruja vengativa regresa de entre los muertos para atormentar a los descendientes de sus verdugos. Con la mítica Barbara Steele.
Il mulino delle donne di pietra / El molino de las mujeres de piedra
(Giorgio Ferroni, 1960)
Un viajero se enamora de una joven que vive en un molino repleto de estatuas. El padre de la chica se dedica a asesinar campesinas para utilizar su sangre como remedio contra la extraña enfermedad que sufre su hija. Estilazo.
L’orribile segreto del dottor Hichcock
(Riccardo Freda, 1962)
Descerebre máximo. Un doctor aficionado al follisque con cadáveres, duerme a sus mujeres antes de practicar el sexo con ellas. Lo malo es que, a veces, se le va la mano con la dósis anestesiante. Gótico necrófilo a todo color.
La frusta e il corpo
(Mario Bava, 1963)
El fantasma de un aristócrata sádico (Christopher Lee) vuelve de la tumba para seguir maltratando a su amante masoquista (Daliah Lavi). Un delirio para gourmets, con una composición de planos y unos colores indescriptibles.
Danza macabra
(Antonio Margheriti, 1964)
Un tipo decide pasar la noche en un castillo encantado para ganar una apuesta. De pronto, se le aparece una mujer fantasma con hambre sexual atrasada. Es Barbara Steele, tan afilada como en "La máscara del demonio".
Amanti d’oltretomba
(Mario Caiano, 1965)
Los corazones de una mujer adúltera y su amante jardinero laten al unísono metidos en frascos de formol. La hermana buena de la esposa traicionera se vuelve loca escuchando los latidos. Doble papel para Barbara Steele.
Il Boia Scarlatto
(Massimo Pupillo, 1966)
Un castillo repleto de modelos en bañador. Varios fotógrafos. Un par de guionistas cutres. Un exactor loco perdido que se cree la reencarnación de un sádico verdugo de la Edad Media disfrazado de superhéroe. El no va más.
Operazione paura
(Mario Bava, 1966)
El fantasma de una niña asesinada por un psicópata. Campanas que repiquetean cuando alguien muere de forma violenta. Una de las películas menos conocidas de Bava. Inspiró a Fellini en "Historias extraordinarias".
Il plenilunio delle vergini
(Paolo Solvay, 1973)
Un experto en magia negra viaja a Transilvania en busca de un anillo diabólico y cae en las garras de una perversa condesa adicta a todos los vicios. Con la espléndida y desnudísima Rosalba Neri.
TOP 10 GIALLI En italiano, giallo significa amarillo. Ese era el color de los lomos de las novelitas de serie negra publicadas por la editorial Mondadori en los 60 y 70. La palabra acabó definiendo al género. En cine, giallo (gialli, en plural) es la palabra que sirve para definir la versión italiana del thriller policiaco protagonizado por psicópatas asesinos.
La ragazza che sapeva troppo
(Mario Bava, 1962)
Thriller en blanco y negro con toques góticos, rodado en Roma, protagonizado por una turista inglesa acosada por un asesino. El nacimiento del giallo.
Sei donne per l’assassino / Seis mujeres para el asesino
(Mario Bava, 1967)
Guapas modelos. Un killer con gabardina y guantes negros. Violentos contrastes de color. Una puesta en escena exquisita. Puro artificio.
L’uccello dalle piume di cristallo / El pájaro de las plumas de cristal
(Dario Argento, 1969)
Un escritor es testigo de un intento de asesinato en una galería de arte. El giallo que sentó las bases del género. Imitaron hasta el título animalesco.
Una lucertola con la pelle di donna / Una lagartija con piel de mujer
(Lucio Fulci, 1971)
Apasionante giallo psicodélico con efectos especiales de Carlo Rambaldi. Florinda Bolkan toma drogas y alucina con asesinatos sexuales.
Una farfalla con le ali insanguinate / Una mariposa con las alas ensangrentadas
(Duccio Tessari, 1971)
Compleja reconstrucción del asesinato de una joven en un parque. Cámara nerviosa y montaje asociativo de imágenes. El giallo favorito del Dr. P.K. Lieja.
La tarantola dal ventre nero / La tarántula del vientre negro
(Paolo Cavara, 1971)
Policía depresivo busca culpable de asesinatos en serie. Traumas psicosexuales y guapísimas actrices: Claudine Auger, Barbara Bach...
La morte accarezza a mezzanotte / La muerte acaricia a medianoche
(Luciano Ercoli, 1972)
Giallo tramposo sobre un asesino que mata con un guante cubierto de pinchos. Protas españoles: Simón Andreu y Susan Scott (alias de Nieves Navarro).
Non si sevizia un paperino / Angustia de silencio
(Lucio Fulci, 1972)
La espectacular Florinda Bolkan se enfrenta a una horda de paletos en este giallo sobre un cura que asesina niños. Mejor que "La mala educación".
I corpi presentano tracce di violenza carnale
(Sergio Martino, 1973)
Estudiantes acosadas por un asesino anónimo. Crímenes memorables. Orgía hippie. Final en una bonita casa de campo. Con Tina Aumont y Suzy Kendall.
Suor Omicidi / La monja homicida
(Giulio Berruti, 1979)
Crímenes en el convento. Una excusa para acosar y despelotar discretamente a la exmusa felliniana Anita Ekberg.
TOP 10 GIALLI DE ARTE Y ENSAYO
Blow-up / Blow-up, deseo de una mañana de verano
(Michelangelo Antonioni, 1966)
Un fotógrafo reconstruye con sus fotos un crimen del que ha sido testigo sin darse cuenta. La película que inspiró a Argento su primer giallo.
Col cuore in gola
(Tinto Brass, 1967)
El francés Jean Louis Trintignant hace de policía seducido por una Lolita de bande dessinée interpretada por Ewa Aulin. Efectos de cómic.
La morte ha fatto l’uovo
(Giulio Questi, 1968)
Realización ultrapop, con guiños a Godard y Antonioni. Gina Lollobrigida, Jean Louis Trintignant y Ewa Aulin juegan al giallo en una granja de pollos.
Un tranquillo posto di campagna
(Elio Petri, 1968)
Artístico thriller campestre con toques de ninfomanía fantasmagórica. Protagonizado por Franco Nero, Vanessa Redgrave y Gabriella Grimaldi.
La corta notte delle bambole di vetro
(Aldo Lado, 1971)
Un muerto nos cuenta las últimas horas de su vida. Misteriosisimo giallo con escenas y situaciones que se adelantan 28 años al Eyes Wide Shut de Kubrick.
Il profumo della signora in nero
(Francesco Barilli, 1974)
Excéntrica combinación de giallo parricida, película de sectas y delirio esquizofrénico con remate caníbal.
Profondo rosso / Rojo oscuro
(Dario Argento, 1975)
Un músico y una medium se enredan en una excéntrica trama criminal. La película más elaborada de Argento. Repleta de trucos ópticos.
La casa dalle finestre che ridono
(Pupi Avati, 1976)
La campiña italiana. Dos chicas raras. Un pintor obsesionado por visiones sanguinolentas. La película que convirtió a Avati en un maestro moderno.
Tenebre
(Dario Argento 1982)
Todos los tópicos argumentales y estéticos del giallo al servicio de una rocambolesca trama literaria rodada, en muchos momentos, a pleno sol.
La sindrome di Stendhal
(Dario Argento, 1996)
La morbosilla Asia Argento sufre un pasmo renacentista en Florencia. De pronto, un psicópata empapa de sangre el argumento. Rarorraro.
TOP 5 HORROR FANTASTICO
Lisa e il Diavolo / El diablo se lleva a los muertos
(Mario Bava, 1972)
Rodada en Toledo. Una especie de versión satánica de “Diez negritos”, de Agatha Christie. La protagonista (Elke Sommer) es una turista que pasa la noche en una mansión habitada por gente muy rara. Telly Savalas hace de Satanás. Uno de los trabajos más atmosféricos y barrocos de Bava.
Suspiria
(Dario Argento, 1977)
Una estudiante de ballet ingresa en una escuela de danza regentada por brujas. La primera sinfonía macabra de su director. Los crímenes se suceden a un ritmo hipnótico y están filmados con un talento inusual. Película de colores, ruidos y sensaciones primarias. La historia no cuenta. En 1980, Argento filmaría “Inferno”, una propuesta muy similar a ésta.
Paura nella città dei morti viventi / Miedo en la ciudad de los muertos vivientes
(Lucio Fulci, 1980)
Gore de Arte y Ensayo con apariencia de serie Z inmunda. Citas a Lovecraft y montaje aleatorio. Fulci ignora las reglas de la narratividad cinematográfica tradicional y se interna en el territorio de la improvisación grotesca.
Macabro
(Lamberto Bava, 1980)
Una mujer pierde la razón después de sufrir un grave accidente de tráfico. Su única obsesión consiste en acostarse con la cabeza de su amante muerto. La conserva en un frigorífico. Morbo y claustrofobia. Dirigida por el hijo de Mario Bava.
Dellamorte Dellamore / Mi novia es un zombie
(Michele Soavi, 1994)
Amores de ultratumba y humor surrealista. Gore postmoderno y de Arte y Ensayo, con guión de Tiziano Sclavi, creador del personaje de cómic Dylan Dog. Protagonizada por Rupert Everett, en el papel de un enterrador que pasa las noches descabezando zombies.
TOP 5 GORE ZOMBIE Y CANIBAL
Zombi 2 / Nueva York bajo el terror de los zombi
(Lucio Fulci, 1979)
Un barco repleto de zombies llega a la Gran Manzana. Un grupo de aventureros viaja a las Antillas para atajar lo que parece ser una plaga infecciosa. Fulci coloca la primera piedra de su catedral gore.
Buio Omega
(Joe D’Amato, 1979)
Una macabra historia de amor entre un joven desequilibrado y una chica muerta en avanzado estado de putrefacción. Guión de Pupi Avati. Malsana e inolvidable.
Cannibal Holocaust
(Ruggero Deodato, 1980)
Una película adelantada a su tiempo. Su argumento gira en torno a las películas supuestamente filmadas por un grupo de jóvenes aventureros sin escrúpulos que se internaron en la jungla en busca de caníbales. Confusión de formatos y gore ultrarrealista.
Zombi holocaust
(Marino Girolami, 1980)
Científicos locos que fabrican muertos vivientes en medio de la selva tropical. Indígenas adictos a la carne humana. Aventureros con instinto homicida. Una de mis antipelículas favoritas.
Demoni / Demons
(Lamberto Bava, 1985)
Los protagonistas de una película desencadenan una maldición infernal que traspasa la pantalla del cine donde se exhibe el filme. Docenas de demonios atacan a los espectadores. En la secuela, los bichos salen del televisor. Un hito del gore surrealista.
TOP 10 CIENCIA FICCION
Caltiki, il mostro immortale
(Riccardo Freda, 1959)
Una historia lovecraftiana sobre una expedición que descubre un templo milenario habitado por un dios monstruoso. Codirigida por Mario Bava. Superentrañable.
Il pianeta degli uomini spenti
(Antonio Margheriti, 1961)
Un guión interesante, buenos actores, decorados fascinantes. Una de esas películas de ciencia ficción de todo a cien que no se olvidan fácilmente. A redescubrir cada año.
L’ultimo uomo della terra
(Ubaldo B. Ragona, 1964)
Adaptación de la novela de Richard Matheson “Soy leyenda”, con Vincent Price en el papel de un superviviente postnuclear que lucha contra una raza de vampiros mutantes.
La decima vittima / La víctima número 10
(Elio Petri, 1965)
Según una novela de Robert Scheckley sobre un concurso televisivo en el que participan diez asesinos. Protagonizada por Marcello Mastroianni y Ursula Andress. Megakitsch.
2+5 missione Hydra / Encuentros en las galaxias
(Pietro Francisci, 1966)
La space opera más desenfadada y encantadora de la historia del cine de ciencia ficción de serie Z. Científicos, alienígenas, chicas guapas, espías rusos y planetas desconocidos.
Terrore nello spazio / Terror en el espacio
(Mario Bava, 1965)
Rodada en un plató español, con cuatro planchas de metal, dos columnas romanas de cartón piedra y una docena de trajes de buzo. Una historia de vampiros que se anticipa 25 años a “Alien, el octavo pasajero”.
Le orme
(Luigi Bazzoni, 1975)
Una mujer sin memoria. Una isla mediterránea. Una niña inquietante. Extraña historia de locura y abducción fotografiada por Vittorio Storaro.
Starcrash: Scontri stellari oltre la terza dimensione / Star Crash
(Luigi Cozzi, 1978)
Clon chiripitifláutico de “La guerra de las galaxias”. Con Caroline Munro y David Hasselhoff disfrazados de cantantes de tecnopop.
Alien 2 sulla Terra / Alien 2
(Ciro Ippolito, 1980)
Exploitation descarada del éxito de Ridley Scott. Toda la acción transcurre en los túneles de una cueva extraterrestre. El monstruo surge de una piedra azul que brilla en la oscuridad.
Contamination / Contaminación: Alien invade la Tierra
(Luigi Cozzi, 1980)
Un marciano con un solo ojo pretende conquistar el planeta Tierra empezando por un remoto rincón de América del Sur. Descarada pero fascinante (o viceversa).
Texto publicado en el número 32 del fanzine 2000maniacos, fechado en invierno de 2004.
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