La vida privada de Pippa Lee
Este textito informativo sobre La vida privada de Pippa Lee, escrito por mí, se publicó el pasado viernes 25 de junio de 2010 en el suplemento Metrópoli del diario El Mundo.
La cineasta Rebecca Miller es hija del dramaturgo norteamericano Arthur Miller y la fotógrafa austriaca Ingeborg Morath. Creció y se educó en un ambiente de artistas comprometidos y acomodados. Dirigió su primer largometraje, Angela, en 1995, un año antes de contraer matrimonio con el actor Daniel Day-Lewis, con quien ha tenido dos hijos. Su filmografía no sobrepasa los cuatro títulos. La vida privada de Pippa Lee es el único de estos largos que se ha estrenado en las salas comerciales españolas.
Con un guión escrito por Miller, basado en su propia novela, La vida privada de Pippa Lee se sumerge en la biografía real o inventada de una mujer contradictoria, que nos cuenta en primera persona cómo fue su infancia junto a una madre drogodependiente, su alocada juventud entre pintores flipados y su radiante madurez al lado de un marido que le dobla la edad.
“El personaje de Pippa no es autobiográfico –se defiende Rebecca Miller–, pero comprendo sus motivaciones. Muchas mujeres se verán reflejadas en él. Algunos amigos íntimos me han preguntado si tiene algo que ver con mi madre, o incluso con Marilyn Monroe, que aún estaba casada con mi padre cuando mi madre y él se enamoraron. No lo sé. Quizás sí que tenga algo que ver con ellas. O, mejor dicho, con un cierto tipo de mujer, aparentemente frágil y fácil de manipular, pero que no se avergüenza de su pasado, por muy escabroso que éste pueda haber sido”.
Hasta tres actrices distintas encarnan en la gran pantalla a Pippa Lee. La niña Madeline McNulty interviene en los flashbacks que recrean la infancia del personaje, y la jovencísima Blake Lively, popular gracias a su papel de Serena en la teleserie Gossip Girl, se encarga de dar vida a Pippa en sus años más salvajes, ambientados en la década de los 80. El grueso del trabajo interpretativo, sin embargo, recae sobre los hombros y el talentazo de Robin Wright Penn, espléndida en la piel de una ama de casa aparentemente perfecta con graves problemas de sonambulismo.
“Empecé a pensar en Pippa Lee hace casi diez años –explica Miller–, después de coincidir con una vieja amiga a la que hacía décadas que no veía. Yo conocí a mi amiga cuando ella aún era una joven rebelde, por eso no fui capaz de reconocerla en su nuevo papel de mujer madura y responsable. ¿Cómo es posible que hubiese cambiado tanto? Escribí una novela sobre este tema: sobre cómo las apariencias engañan, sobre cómo nuestra personalidad cambia a lo largo de los años. Y de esa novela surgió el guión de la película”.
El marido de Pippa, Herb Lee (Alan Arkin, Pequeña Miss Sunshine), editor de profesión, es treinta años mayor que ella. Ya ha sufrido dos infartos, pero se niega a ser tratado como un viejo moribundo. Pippa y Herb son padres de una jóven fotógrafa de guerra (Zoe Kazan) y un abogado gafapasta (Ryan McDonald). Uno de los mejores amigos de la pareja es el novelista Sam Shapiro (Mike Binder). Otra habitual en sus reuniones amiguetiles es la joven aspirante a poetisa Sandra Dulles (Winona Ryder). El personaje de la madre drogata de Pippa lo interpreta María Bello (Una historia de violencia), y el del vecino traumatizado y guaperas, Keanu Reeves (Matrix).
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