Robin Hood
El textito sobre Robin Hood que escribí para Metrópoli de El Mundo. Se publicó el 14 de mayo de 2010.
Todos estamos familiarizados con la figura de Robin Hood, el arquero justiciero de los bosques de Sherwood. Según cuenta la tradición, este ladrón de la Edad Media se hizo famoso por repartir entre los pobres lo que robaba a los ricos, además de apoyar la causa nacionalista británica de la época. Los orígenes folclóricos del personaje se remontan al siglo IX. Las primeras baladas que describen sus hazañas son del siglo XV.
En las últimas décadas, el cine y la televisión nos ha ofrecido una treintena de versiones distintas de sus aventuras. La que aterriza ahora en nuestras pantallas, escuetamente titulada Robin Hood, promete ser la más realista, oscura, violenta, espectacular y verosímil. Ridley Scott la dirige y Russell Crowe la protagoniza: el tandem triunfador de Gladiator.
Scott y Crowe entraron en contacto con el proyecto hace unos cuatro años, a través del productor Brian Glazer, durante el rodaje de American Ganster, un film en el que trabajaron juntos los tres. Glazer hizo leer a sus compañeros un guión original de Ethan Reiff y Cyrus Voris. En él, se describía a Robin Hood como un delincuente sin escrúpulos, y a su eterno archienemigo, el Sheriff de Nottingham, como un pionero de la investigación criminal. El guión no entusiasmó demasiado a Scott y Crowe, pero ambos decidieron embarcarse en la aventura a cambio de poder implicarse en la producción y el proceso creativo.
El encargado de reescribir el guión de Reiff y Voris desde la primera a la última página fue Brian Hegeland (Oscar por L.A. Confidential), siguiendo las pautas del realizador y la estrella. “No queríamos repetir situaciones ya vistas —explica Hegeland—. Partimos de cero con todos los personajes de la leyenda tradicional, no sólo con Robin Hood. Los integramos en un momento concreto de la historia de Inglaterra. Un momento muy delicado, social y políticamente”.
El rey Ricardo Corazón de León (Danny Huston) muere después de participar en la Tercera Cruzada de la Guerra Santa. Uno de sus soldados, el arquero Robin Longstride (Russell Crowe), crecido y educado en el extranjero, decide regresar a Inglaterra para recuperar sus raíces. Encuentra un país sumido en el caos y la miseria, gobernado por un pelele, el Príncipe Juán Sin Tierra (Oscar Isaac), hermano menor de Ricardo e hijo de la temible Leonor de Aquitania (Eileen Atkins). Se respiran aires de revolución en las calles y los franceses amenazan con invadir las islas.
Robin se ve obligado a ayudar a la viuda de un compañero muerto en combate, Marian Loxley (Cate Blanchett), haciéndose pasar por su marido. A pesar de la mutua antipatía que surge entre ambos nada más verse, la mujer no duda en unirse al grupo que lidera el arquero, formado por exsoldados, forajidos e independentistas. Todos ellos luchan contra la hegemonía normanda que corrompe a la Corona.
Los aliados más fieles de Robin están encabezados por el gigantón Pequeño John (Kevin Durand), el jovencísimo Will Scarlet (Scott Grimes), el trovador Allan A’Dayle (Allan Doyle), y el fraile juerguista Tuck (Mark Addy). Entre los enemigos, destacan Sir Godfrey (Mark Strong), asesino a sueldo de Juan Sin Tierra; el Sheriff de Nottingham (Matthew Macfadyen), un tipo cobarde y traicionero, y la bella Isabel de Angoulême (Léa Seydoux), amante insaciable del príncipe e interesada aliada de Leonor de Aquitania.
El reparto se completa con un par de pesos pesados: Max von Sydow y William Hurt, que encarnan a dos viejos amigos del padre de Robin, que fue asesinado en extrañas circunstancias. Ellos saben cosas que nadie se imagina.
Robin Hood se rodó en los meses de abril, mayo, junio y julio de 2009, en Inglaterra y Gales. Los pueblos de Nottingham, York y Peterborough se reconstruyeron en distintos puntos de Surrey. Londres y sus alrededores se recrearon en los estudios Shepperton. Allí se filmaron también los interiores de castillos y edificios famosos, como la Torre de Londres. En la playa galesa de Freshwater, durante dos semanas enteras, se rodaron las impresionantes secuencias de batalla entre los ejércitos inglés y francés. Para no perderse ni un detalle de la acción, el director de fotografía, John Mathieson (Gladiator), llegó a utilizar hasta doce cámaras al mismo tiempo.
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