Legion
El textito informativo sobre Legión que escribí para Metrópoli de El Mundo. Se publicó el viernes 28 de mayo de 2010.
Legión es una película de terror sobre el fin del mundo. O mejor dicho: sobre el Fin del Mundo. Así, con mayúsculas. En esta curiosa (per)versión del Apocalipsis descrito en la Biblia por San Juán, el archivillado supremo no es otro que el mismísimo Dios. Harto de las tonterías y crueldades de los hombres, el sumo creador decide enviar a la Tierra a sus ejércitos celestiales, integrados por ángeles armados hasta los dientes. Antes de que los ángeles aterricen con todo su ruido y furia sobre la atribulada humanidad, Dios se entretiene propagando miniepidemias premonitorias de insectos, zombies y arañas humanas.
El productor David Lancaster, copresidente de Bold Films, leyó el primer borrador del guión de Legión, redactado por Peter Schink, en 2003. Casi inmediatamente, contactó con el experto en efectos especiales digitales Scott Stewart para que éste le hiciese unos retoques al libreto original. Stewart acentuó la parte dramática de la historia, poniendo especial empeño en la creación de unos personajes con fondo y forma. También combinó cierto aroma de western desértico con la típica parafernalia catastrofista. El resultado final incluye un buen derroche de acción espectacular, bastantes interludios intimistas y cierto aderezo pseudorreligioso con ramalazo hortera.
“El guión original era bastante más explícito –explica Stewart–, pero no resultaba inquietante. Era puro circo. A mí me interesa mucho más el terror que se construye poco a poco. Me gusta ir creando una atmósfera especial que influya en el ánimo del público. Mis películas favoritas de terror son las que juegan con elementos tan sencillos como la oscuridad y la espera. A los protagonistas de una historia es necesario conocerles un poco para que nos importe lo que vaya a sucederles”.
Legión se pone en marcha con la aparición del Arcángel Miguel (Paul Bettany, El código Da Vinci) en un oscuro callejón de Los Ángeles. Miguel se exhibe desnudo unos segundos, en plan Terminator, y con cara de circunstancias. Se supone que él es el cabecilla de los ejércitos de Dios, pero resulta evidente que no está demasiado convencido de querer cumplir el mandato divino. Después de arrancarse las alas angelicales a lo bruto, atraca una tienda de armas y parte en busca de algún ser humano merecedor de misericordia.
Lejos de allí, en medio del desierto de Mojave, en una cafetería de carretera significativamente llamada Paradise Falls, un grupo de hombres y mujeres se pregunta que diablos está pasando en los telediarios, que no dejan de emitir imágenes de sucesos extraños y catástrofes inexplicables. El dueño del local es Bob Hansen (Dennis Quaid), un tipo responsable y sufrido; su socio en el negocio es Percy (Charles S. Sutton), un veterano temeroso de Dios; el hijo de Bob, Jeep (Lucas Black), es un joven tímido que está locamente enamorado de la camarera del local, Charlie (Adrianne Palicky), una veinteañera embarazadísima. Entre los clientes, encontramos al divorciado Kyle Williams (Tyrese Gibson) y a la pareja de madre e hija formada por Sandra (Kate Walsh) y Audrey (Willa Holland). Todos ellos, con la ayuda de Miguel, se enfrentarán a centenares de monstruos, parapetados tras los cristales y las paredes de la cafetería.
Scott Stewart, coguionista y director de Legión, estudió en la escuela de Cine de la Universidad de Nueva York, antes de entrar en Industrial Light and Magic, la legendaria compañía de efectos visuales creada por George Lucas. Tras su paso por ILM, Stewart y otros dos amigos fundaron The Orphanage, que se ha convertido en una las compañías de efectos especiales de referencia en Hollywood, participando en decenas de éxitos de taquilla como Ironman, Piratas del Caribe En el Fin del Mundo, Una Noche en el Museo y Harry Potter y El Cáliz de Fuego.
“Toda esta experiencia fue de gran ayuda a la hora de visualizar Legión –comenta Stewart– Dibujé el storyboard de prácticamente cada plano de la película. Al haber hecho efectos especiales para grandes films, no me sentía intimidado por los retos técnicos. Al mismo tiempo, al venir de ese sector, tengo bastantes reparos en cuanto a la sobredosis de efectos digitales, así que quise ser lo más práctico posible”.
Una de las escenas más impactantes de Legión es la transformación de una amable viejecita en un zombie capaz de subirse por las paredes como una cucaracha. Otra es la de un heladero (Doug Jones, El laberinto del fauno) que estira sus brazos y piernas hasta convertirse en una especie de araña de pesadilla. El climax del film lo protagonizan los dos arcángeles enfrentados: Miguel y Gabriel (Kevin Durand, el mercenario Keamy en la serie Perdidos). Ambos luchan con espadas, mazas y alas metálicas.
Apoyo: Películas del fin del mundo (por orden de destrucción: de más a menos).
Cuando los mundos chocan
Rudolph Maté, 1951
Un planeta a la deriva choca contra la Tierra destruyéndola por completo. Antes de que esto suceda, un grupo de científicos construye un cohete para meter en él a los hombres y las mujeres más sanotes. Ciencia ficción retro con mensaje humanista.
2012
Roland Emmerich, 2009
El calentamiento global desestabiliza las placas tectónicas de la Tierra y provoca la Madre de Todas las Catástrofes. Un grupo de científicos construye varias arcas de noe de tecnología punta para meter en ellas a los hombres y mujeres más suertudos. Orgía de FX.
El día de mañana
Roland Emmerich, 2004
El calentamiento global, etc, etc. La Tierra se cubre de nieve. Un grupo de supervivientes se refugia en un subterráneo, mientras un científico busca desesperadamente a su hijo. Cine de catástrofes al más puro estilo de la Era Digital. Ultrarrealista y megaprevisible.
La guerra de los mundos
Steven Spielberg, 2005
Versión moderna del clásico de 1953. Tom Cruise y su dispersa familia atraviesan varios estados con el fin de reunirse con mamá y los abuelos. Por el camino, se encuentran con un ejército invasor de marcianos que llevan preparando su ataque a la Tierra desde hace siglos. Sangrienta.
Mars Attacks!
Tim Burton, 1996
El primer film de la historia inspirado por una colección de cromos. Un ejército de marcianos bajitos y cabezones invade la Tierra con sus pistolas de juguete. Mucha mala leche, un reparto de campanillas y un final desternillante: los alienígenes no pueden soportar la música country.
Independence Day
Roland Emmerich, 1996
Los marcianos invaden la Tierra a bordo de sus naves de guerra. Impresionante despliegue de efectos especiales de ultimísima generación y risible catarata de lugares comunes argumentales. La imagen más impactante: un platillo volante destruye la Casa Blanca con un rayo.
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